Arco de Santa María, la puerta a la Catedral de Burgos

El Arco de Santa María es un lugar emblemático de la ciuad de Burgos, y en la Edad Media era una de las doce puertas que tenía la muralla que rodeaba la ciudad. De aquellas doce puertas de acceso solo siguen existiendo cinco, pero es la de Santa María la mejor conservada y más representativa de la ciudad. Esta era y sigue siendo la puerta que, cruzando el río por el puente de Santa María, daba acceso a la ciudad y llegar a la Plaza de San Fernando, lugar donde se puede admirar la fachada de la catedral.

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Este arco estuvo ocupado por el Consistorio de Burgos hasta que en el Siglo XVIII se construye la nueva Casa Consistorial. Desde finales del Siglo XIX y hasta 1955 fue sede del Museo Arqueológico Provincial de Burgos. En la actualidad se encuentra abierto al público en calidad de Centro Cultural Histórico Artístico, con espacio para exposiciones temporales.

El Arco de Santa María fue declarado Monumento Histórico – Artístico Nacional en el año 1943. Lo que supone, además de todo lo que te acabo de contar, que este arco sea una parada más que obligada en tu visita a la ciudad de Burgos. Monumento para apreciar de forma pausada, ya que su majestuosidad no te va a dejar indiferente.

Historia y arquitectura

Esta puerta se construyó entre los siglos XIV y XV. Pero a mediados del siglo siguiente, a manos de Juan de Vallejo y Francisco de Colonia, se produce una fuerte remodelación para convertirse en la entrada con la habitual piedra caliza blanca burgalesa. Tras este cambio la puerta de Santa María luce el imponente aspecto que se conserva a día de hoy, con una estética renacentista en honor al emperador Carlos V.

El Arco de Santa María fue pensado y concebido como un gran arco triunfal. La organización es de retablo tallado en piedra con un remate que imita un pequeño castillo, técnica que hace que esta puerta se convirtiese en un monumento arquitectónico muy especial. En ella están representados personas importantes de la historia de la ciudad, como: Nuño Rasura y Laín Calvo, jueces de Castilla; el fundador de la ciudad, el Conde Diego Rodríguez Porcelos; el primer conde independiente de Castilla, Fernán González; el Emperador Carlos I, quien dedicó el arco a la ciudad y el Cid.

Sobre estas imágenes, se pueden ver con volúmenes de menor tamaño, dos maceros municipales en los extremos de una balconada y el ángel sosteniendo una reproducción de la ciudad de Burgos. Más arriba cuatro gárgolas, y en lo alto, presidiendo todo el monumento la Virgen de Santa María, patrona y defensora de la ciudad de Burgos. El arco está cubierto con una bóveda de crucería, accediéndose a esta bóveda por un arco de medio punto, en donde se encuentran restos de pinturas alegóricas del siglo XVII. La fachada posterior, mucho más sencilla que la principal, es del siglo XIV, lo que indica que esta parte del arco no sufrió ninguna modificación cuando se produjo la remodelación de la principal entre los años 1536 y 1553.

La puerta se encuentra enmarcada entre dos potentes cuerpos cilíndricos, y se puede dividir horizontalmente en tres cuerpos o registros. El primer cuerpo o registro es un arco de medio punto que atraviesa la muralla, arco que es flanqueado por columnas adosadas. El segundo cuerpo o registro ofrece la composición de retablo que te comentaba con anterioridad, con dos pisos unidos y superpuestos, enmarcados por columnas sobre pedestales. Para finalizar con un tercer cuerpo con un aspecto más militar.

El interior de la Puerta de Santa María

En el interior del arco de Santa María hay unas escaleras de origen medieval que dan acceso a la sala principal. Esta sala fue actualmente reformada pero todavía conserva las yeserías mudéjares provenientes del castillo de Burgos. Destaca por encima del resto de detalles un espectacular mural del pintor José Vela Zaneti, que dedicó esta obra al Conde Fernán González. Esta sala de dos plantas está cerrada por una cristalera con el escudo de la ciudad de Burgos. Desde esta sala se puede llegar a la Sala de Poridad.

La Sala de Poridad es donde se reunía el consejo de Burgos hasta finales del siglo XVIII, es de planta octogonal con un llamativo artesonado mudéjar. Este salón contiene objetos de gran valor histórico como: un cuadro de Marcelino Santa María (“El Cid y Doña Jimena”), un hueso del Cid Campeador, la medida de la vara castellana, el sillón donde se sentaban los jueces castellanos, la puerta blindada que daba acceso al archivo del Arco, una reproducción de la espada del Cid, entre otros objetos que hacen recordar la condición de Burgos de Cabeza de Castilla. Desde esta Sala Poridad se puede acceder a una de las torres cilíndricas del exterior.

Ya por último, para acceder a la planta superior, se llega por una escalera de caracol a una pequeña habitación. En ella se encuentra el Museo de Farmacia donde puedes admirar una colección de tarros de boticario del antiguo y desaparecido Hospital de San Juan, con una de las boticas más importantes de España.

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