Los 5 lugares teresianos de Burgos
La ciudad de Burgos fue uno de los sitios por los que Santa Teresa de Jesús paso y dejo su huella, y por ello entre los edificios religiosos de la Edad Media que se han conservado hasta la actualidad hay algunos que han sido testimonios de su obra. Ninguno de ellos es la Catedral, ni la Cartuja ni del Monasterio. Los «lugares teresianos» son de corte humilde ya que la mística Santa Teresa de Jesús estuvo viviendo y en los que afianzaba su relación con Dios a través de la oración.
1. El Convento Carmelita de San José y Santa Ana.
Fue fundado por Teresa de Jesús en 1582 y está ubicada en la Plaza que lleva su nombre. El edificio por si mismo es significativo, ya que supone el legado que dejó junto a San Juan de la Cruz al reformar la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y crear la Orden de Los Carmelitas Descalzos. Con el empuje de ambos revivieron el misticismo dentro de la comunidad cristiana y crearon nuevos conventos como este, en el que las mujeres podían retirarse del mundo para dedicarse a una vida contemplativa centrada en Dios.
Además en su interior hay guardadas algunas reliquias de Santa Teresa de Jesús: sus alpargatas, un velo y una carta.
2. El Hospital de la Concepción.
Fue en este hospital religioso donde la Santa vivió unos meses del 23 de febrero al 18 de marzo de 1582. En sus días fue el primer hospital moderno de la ciudad de Burgos y en las monjas residentes se dedicaban a dar atención médica a los enfermos pobres.
3. Casa de Doña Catalina de Tolosa.
Otro lugar de residencia de la Santa, que estuvo muy cerca del hospital, en la Plaza Huerto del Rey. Ahora ya no está el edifico en que residio la devota, que se encontraba entre los números 14 y 16.
4. Iglesia de San Gil Abad.
Este templo gótico es una de las dos parroquias a la que la Santa acudía a diario a orar a Dios. En concreto a esta iglesia asistia a la ceremonia de la misa en la cpailla de la Buena Mañana. El templo actual se construyó en el siglo XIII edificando encima de un templo anterior de corte románico. No se conserva ninguna reliquia suya en el interior de la iglesia, pero es un buen lugar para leer tranquilamente El castillo interior (también conocido como Las moradas) u otra de sus obras escritas.
5. Iglesia de San Cosme y San Damian.
Esta iglesia de estilo renacentista es el segundo templo en el que la fundadora de Los Carmelitas Descalzos y Doctora de la Iglesia se refugiaba para hacer sus oraciones. Era un templo joven cuando Santa Teresa pasó por él ya que había sido construido durante los inicios del siglo XVI. En el templo destaca su bella portada renacentista.