Puente medieval de Frías sobre el Ebro

Si tuviéramos que decidir cuál es el mejor puente medieval de España, el de Frías estaría en la lista de candidatos, junto a otros de notable belleza como el de Orense, el puente viejo de Balmaseda o el puente medieval de Besalú, en la provincia de Girona. El puente medieval de Frías destaca por su longitud de más de 130 metros, su posición estratégica sobre el río Ebro, su buen estado de conservación y su torre central. Por si fuera poco, este puente fortificado es solo una de las cosas que puedes ver en Frías si disfrutas de unos días de vacaciones en el norte de Burgos.

Se llega al puente de Frías a través de la carretera BU-504 que sale en dirección norte de la población de Frías. Es fácil de visitar, ya que hay una pequeña zona recreativa con aparcamientos junto al Ebro. Allí se puede merendar o comer en las mesas y si llevas tu propio picnic. Al otro lado de la carretera, junto al puente, también está el Restaurante El Albergue, una buena opción si prefieres comer de caliente. La zona recreativa es perfecta para descansar, leer, disfrutar del río y también tomar nota de las rutas de senderismo que pasan por la zona en los paneles informativos que hay junto al parking.

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Historia del puente de Frías

La posición estratégica de este puente, se remonta al menos hasta la conquista por parte de las fuerzas romanas. Se sabe que en este punto del Ebro, una importante calzada romana cruzaba el río, comunicando la meseta con la costa norte de la península. 

En el siglo XIII, con la reconquista ya consolidada, el puente romano precedente fue modificado aunque sin modificar los puntos de apoyo de roca. La construcción de los nuevos arcos se hizo siguiendo el patrón romano, sin cambios en las zonas de soporte, y seguramente reutilizando parte de la piedra del antiguo puente. Esto hizo que se mantuviese un diseño asimétrico, a diferencia de otros puentes medievales que buscan en la simetría la belleza.

Se tiene constancia que durante la Edad Media y los siglos posteriores fue un importante paso en las rutas de transporte de la lana, que pasaba por los puertos vascos y cántabros antes de partir hacia Inglaterra y otros países de Europa. 

La torre central del puente

Más allá de su historia, el elemento que más impresiona del puente medieval de Frías es la esbelta torre central que divide el puente. Es muy característico hacerse algunas fotos junto a ella, o dejando que su silueta destaque en el fondo de la imagen. A la torre no se puede subir en la actualidad, ya que no esta abierta al turismo. Pero desde su base se pueden ver algunas estructuras defensivas, como las saeteras, las almenas de la parte superior o los bordes amatacanados que hay sobre sus puertas.

Con todo ello la torre no tenía un sentido militar, ya que estaba pensada para controlar el paso de personas y mercancías, y en las que se cobraban peajes por cruzar el río. A diferencia de muchas otras torres medievales centrales, esta se ha conservado muy bien, sin verse afectada por los elementos y los conflictos bélicos. Con suerte un aumento del turismo en Burgos permitirá que en un futuro se abra el acceso a la sala interior y a la parte superior de la torre.

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